Situado en la falda de una ladera, su iglesia parroquial está bajo la advocación de Sta. María Magdalena. Es un edificio de tres naves con ábside mudéjar y una esbelta torre. Hay, entre otras, una talla de Sta. María Magdalena y un Cristo Crucificado cuyo autor es Gregorio Fernández.
De este lugar se llegó a decir que su campo estaba lleno de abrojos, de ahí el nombre. Se encuentra situado sobre una colina, destacando la iglesia en su punto culminante.
Esta iglesia, la de María Magdalena, es del siglo XVI, realizada en ladrillo, incluyendo su torre, y en ella destaca su cabecera gótico-mudéjar. Tiene tres naves, la central cubierta con bóveda de arista y con yeserías del siglo XVIII, y las laterales con bóveda de cañón y yeserías. En el interior se puede ver un magníficio Cristo de Gregorio Fernández.
Las fiestas tienen lugar el día de San Isidro, el 15 de mayo, con verbenas, juegos populares y campeonatos deportivos, entre otras actividades. Después, el 22 de julio, honran a María Magdalena, titular de la iglesia con bailes y juegos autóctonos como la tanga o la calva.
Por lo demás, hay que reseñar que es un pueblo tranquilo, apto para dar enormes paseos por sus tierras, acercarse hasta la iglesia, admirar el paisaje y descubrir todo aquello que pueda encerrar entre sus calles y casas.